Lo real, el libro que nos ocupa, es la historia de un periodista, Edmundo Gómez Risco, contada por Irene, su narradora y colaboradora. Situado en los años 80 y 90, la reciente democracia y aquellos años en los que se gestaron la desilusión, el uso de los medios y la pérdida de la inocencia (la nuestra) al optar todos por el beneficio propio y la “lógica del mercado”. Conocemos al protagonista en la adolescencia y vamos intuyendo su línea de actuación en la vida, cuya finalidad es conseguir un grado de libertad mínimo al margen del vasallaje que ocultan todas las relaciones, sobre todo las laborales, saltándose para ello ese concepto de moral al uso en las clases medias que es la bondad, el actuar correcta y justamente y que, sin embargo, difícilmente determina las relaciones profesionales del individuo y por ende su estatus económico y social.
Creo que éste sea el pensamiento alrededor del cual gira toda la novela, como la bondad se identifica en casi todas las ocasiones con la docilidad, con el “ser tonto”, el miedo a la bondad y sus consecuencias. Tal vez deberíamos protegernos contra este pensamiento… o tal vez contra su certera realidad.
Cada cual saque sus propias conclusiones disfrutando, eso creo, de lo que para mí es el talento literario innegable de Belén Gopegui.
Mejor protegerse de su certera realidad, sí.
ResponderEliminarMucho mejor.
Yo quiero ya leer a Belén Gopegui. La próxima visita a la biblioteca es el día 3. Y los libros están elegidos desde hace cuatro días.
Un abrazo, Margot.
(¿Te llegó mi correo del nuevo refugio?)
Pues si la lees ya me contarás...
ResponderEliminarY no, no me ha llegado, pendón desorejado, y me tienes huérfana de blog, que lo sepas... jajaja. Escribe a marsago@infonegocio.com, ésta no falla, creo.
Besos, Fusa.
Me has convencido. La pongo la primera en la lista de pendientes y hablando de blogs, bonita mía... ¿Volverás con el turrón?
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