martes, 27 de julio de 2010

El monje que vendió su Ferrari, Robin S. Sharma

Julián Mantle es un exitoso y rico abogado que, pese a todo lo que posee, no es feliz. A través de  una parte de la historia de este hombre y de su reencuentro con su amigo y compañero John, realizamos un viaje de reflexión interior que nos llevará poco a poco a aceptar la filosofía de vida  que nos propone Robin S. Sharma en estas páginas como un estupendo camino para alcanzar la felicidad y la paz interior.
La idea principal es que el destino puede reinventarse, que no se puede elegir lo que te va a ocurrir, pero sí la reacción que vas a tener y que podemos cambiar nuestra vida si no estamos satisfechos con ella.  Todo lo que hayamos leído antes sobre cómo hacerlo se encuentra concentrado aquí, con muchas ideas sobre el modo de alcanzar nuestros objetivos y muchos consejos.

viernes, 2 de julio de 2010

El iris salvaje, Louise Glück

El iris de Louise Glück no puede ser de otra forma que salvaje. ¿Cómo hablar del pan, de un gato que se revuelca, de un hombre, uno simple, y hacer poesía? Poseyendo un iris que sea lo suficientemente salvaje como para ver que la luna, aunque ahí arriba, como inalcanzable, como cansada, la luna sigue estando más que viva, y vivo, ridículamente vivo se queda cualquier amante de la poesía leyendo los versos de esta escritora estadounidense (Nueva York, 1943). Un niño ahora ríe descarado en el jardín que hay debajo de casa y me pregunto si tengo derecho a cargar con esa carcajada, si podría llevármela sin pedir permiso, convertirla en poema, o maldecirla, y tengo fe ciega en que Louise Glück sabría cómo enfrentarse a la alegría exagerada de un adolescente al que le entra el verano, con todo su tiempo libre para perderlo, le entra el verano por los ojos y se dinamita en su interior. Imagino a Louise Glück escribiendo con sufrimiento, también puramente, sin un preámbulo, aceptando la derrota de antemano, la huida que supone el mero hecho de sentarse a escribir unos versos, para poder gritar y que no se nos seque la boca para siempre, que se nos quede abierta y alguien tenga que venir a cerrarnos los ojos porque se nos ha quitado todo lo que teníamos, se nos ha olvidado.