miércoles, 24 de febrero de 2010

Confesiones de una máscara, Yukio Mishima

Confesiones de una máscara - Yukio Mishima
Espasa-Calpe

“Todos dicen que la vida es un escenario. Pero la mayoría de las personas no llegan, al parecer, a obsesionarse por esta idea, o al menos no tan pronto como yo. Al finalizar mi infancia estaba firmemente convencido que así era, y que debía interpretar mi papel en ese escenario sin revelar jamás mi auténtica manera de ser. Como esa convicción iba acompañada de una tremenda ingenuidad, de una total falta de experiencia, pese a que existía la constante sombra de duda en mi mente que me hacía sospechar que quizá no estuviera en lo cierto, lo indudable es que todos los hombres enfocaban la vida exactamente como si de una interpretación teatral se tratara. Creía con optimismo que tan pronto como la interpretación hubiera terminado bajaría el telón y el público jamás vería al actor sin maquillaje. Mi presunción es que moriría joven era otro factor que colaboraba a mantener esa creencia. Sin embargo, con el paso del tiempo, ese optimismo, o, mejor dicho, ese sueño en vigilia, concluiría en una cruel desilusión”.

Yukio Mishima “ Confesiones de una máscara”. Capítulo 3

domingo, 14 de febrero de 2010

La amante de Bolzano. Sándor Marai

La amante de Bolzano.
Ediciones Salamandra.
Si, así en estilo técnico, el ritmo en narración es la proporción entre la cantidad de acciones y la cantidad de texto, entonces La amante de Bolzano tiene un ritmo extremadamente lento. Cómo no, si consiste casi sólo en una serie de monólogos en torno a la figura de Giacomo Casanova. Es una gran novela.
Sandor Marai se deja arrastrar por el discurso. Nunca antes fue tan teatral. Un personaje prueba su voz, quizá carraspea un poco, la escucha fortalecerse y crecer, y la deja ir, la sigue, la domina sin coartarla, la deja crecer, pues habla para un público, con intención persuasiva o seductora. El público es Giacomo, el objeto de toda acción y de todo pensamiento es Giacomo, esa fuerza de la naturaleza que, por donde pasa, despierta la sensibilidad, el deseo, la fascinación, el sueño, y aún así es una incógnita.
Nadie sabe qué es Giacomo Casanova. Ni él. Ser fiel a sí mismo puede equivaler a nada. Necesitar la compañía, porque si no somos reflejados en otros ojos no existimos, eso es Giacomo. La aventura. La aventura, el género que no tiene fin. El héroe se aleja y sabemos que sus aventuras no han terminado, que no pueden terminar nunca. Lo contrario del “Fueron felices y comieron perdices”. ¿Y el amor? La novela trata del amor, de la aventura, de la pasión. Y de un yonqui, de un vampiro.

martes, 9 de febrero de 2010

Entre visillos, Carmen Martín Gaite

La Carmen Martín Gaite joven, encerrada en Salamanca, siendo una muchacha más, de tantas, provinciana, soñando con un futuro lleno de ambición, soñando con la cuidad, contando los días para ser libre y que las miras se ensanchen, para que las calles sean desconocidas y largas, para que el mundo se llene de pitidos de coche y movimiento de personas anónimas, la Carmen Martín Gaite que deseaba dejar de ser la chica de provincia que era, escribió Entre visillos enredándose en toda esa trama de la que pretendía huir. Por eso esta primera novela suya no podía tener otra temática que la vida, la pequeña vida que puede tener un grupo de niñas que están en ese paso a la madurez, sin plantearse nada más que cómo irán al baile del sábado o con quién van a casarse y, cuando lo hagan, cuándo tendrán su primer hijo y cómo será la casa del supuesto príncipe que les dará la familia y la vida que ellas esperan, por la que suspiran. Porque una mujer no es más que la patria del hombre que la elige. Todo ese ambiente, tan de entre visillos, tan de esconderse tras ellos y espiar la calle, la gente, el susurro, el corrillo que se forma para comentar lo último... de todo lo que huía Carmen Martín Gaite, con su boina calada, con su cigarro de intelectual, con todo lo que la animaría a irse a Madrid y buscar su lugar en el mundo, escurrirse entre escritores y grandes críticos, todo eso choca con la llegada del nuevo profesor de alemán que, diferente y lejano de toda aquella cotidianeidad, de toda aquella simpleza y llanura, marca la vida de algunos de sus alumnos, sobre todo de las féminas.