Me he sentido, leyendo Crucigrama, como esa mujer -supuesta Isabel Núñez- que va en el autobús y, entre la escena de siempre, se encuentra con una vieja que lleva atado a la cabeza un pañuelo naranja y habla por teléfono. Escuchando inevitablemente la conversación con su interlocutora, nos enteramos de que está asistiendo a quimioterapia y que, probablemente por los efectos secundarios agresivos e hirientes de la medicación, se oculta en un naranja llamativo y en cualquier vida cotidiana y banal. Así me siento leyendo Crucigrama, sentada en un autobús, quizá recién abandonada por un amante justamente un domingo por la tarde, escuchando sin querer los cuentos que Isabel Núñez quiera contarme. Más intimista que Algunos hombres... y otras mujeres, este libro de relatos te sumerge en una nostalgia y extrañamiento que sólo pueden tocarte si, como la mujer del autobús, te implicas en lo que hay detrás del pañuelo naranja, en todo lo que hay oculto bajo las letras -ya reconocibles de otras muchas- de la escritora. Empezando por el relato que da nombre al libro, estás en sobreaviso: quizá es la primera vez que se pueda escribir de esa forma, quizá nunca antes el velo de la culpabilidad había caído y, ante la enfermedad de su padre, se ha desplomado como si pesara, a lo mejor te encuentras con que, en vez de un rizo rubio que cae y se vuela, esta vez es una máscara, una coraza. Y te dejas igual acorralar por la brevedad y lo concentrado.
Siempre en el marco familiar de Cadaqués o Barcelona, Isabel Núñez se pasea con soltura por historias que nos pasan por alto, o por bajo, todos los días. Sin embargo, pienso mientras leo los relatos, sin embargo, hubo un momento en el que decidió hablar de ese momento que quizá no duró más que media hora, lo recoge, lo rescata, lo convierte en cuento... y es eso inquietante lo que te hace preguntarte si, debajo del pañuelo, hay una cabeza sin pelo, si, detrás del teléfono, hay una mujer que siente lástima, si, detrás de la tranquilidad de la vieja, hay un desespero que clama, si, dentro de ese autobús, alguien más siente como tú.
Siempre en el marco familiar de Cadaqués o Barcelona, Isabel Núñez se pasea con soltura por historias que nos pasan por alto, o por bajo, todos los días. Sin embargo, pienso mientras leo los relatos, sin embargo, hubo un momento en el que decidió hablar de ese momento que quizá no duró más que media hora, lo recoge, lo rescata, lo convierte en cuento... y es eso inquietante lo que te hace preguntarte si, debajo del pañuelo, hay una cabeza sin pelo, si, detrás del teléfono, hay una mujer que siente lástima, si, detrás de la tranquilidad de la vieja, hay un desespero que clama, si, dentro de ese autobús, alguien más siente como tú.
Editorial H2o,
78 páginas
78 páginas
Holaaaa.
ResponderEliminarCasi por casualidad entre en este blogg y creo que me voy a quedar a leer bastante mas de esta primera reseña.soy un lector casi compulsivo y todo cuanto se relacione con los libros es como agua para mi sed.
Mis mejores deseos para el blogg
He dado con tu blog, a través de seguidores comunes. ¡Y me parece interesantísimo! Gracias. Te seguiré siempre que el tiempo me lo permita.
ResponderEliminarUn abrazo.
No conocía este blog; os felicito.
ResponderEliminarAbrazos.