miércoles, 11 de noviembre de 2009

En lugar seguro de Wallace Stegner

Hay novelas que te impresionan sin saber bien la razón, que te resistes a acabar por no tener que cerrarlas definitivamente y dar así la oportunidad a sus personajes para que te abandonen. Fue el caso de En lugar seguro de Wallace Stegner. Dos jóvenes parejas se conocen tras la Gran Depresión, unas vivencias comunes en ese momento (ellos se encuentran en el Departamento de Literatura de una Universidad, ellas esperan un hijo), una fascinación mutua y a partir de ahí… la amistad, el transcurrir del tiempo y sí, también la literatura como pasión y motor de vida. Intimista, honesta, serena y sincera, alejada de sentimentalismos en los que podría haber caído al menor descuido pero no, el autor desliza delicadamente unas vidas ante nuestros ojos y nos ofrece un elogio de la normalidad, unos diálogos inteligentes, reflexivos que definen a personas de carne y hueso y en los que el tiempo va dibujando sus huellas, madurando y matizando sus opiniones, sus afectos.

La amistad como referente de un lugar seguro, aún siendo conscientes de que éste no existe y de que su búsqueda sea el único lugar seguro al que podamos aspirar.

Tal vez porque se trate de un tema que me atañe, la amistad - hablo de la que entiendo por auténtica, la que va creciendo con nosotros a medida que pasan los años, fortaleciendo nuestras vidas - tal vez por la elegancia y sencillez al ser narrado, por las digresiones sobre literatura y vida… es por lo que me atrevo a recomendar ésta novela convencida de que no os defraudará. Y que como yo, al leer la última página, tendréis la sensación de sentiros abandonados por esos cuatro personajes tan cercanos y veraces.

2 comentarios:

  1. Margot, enhorabuena por esta reseña antes que nada. Leí esta novela hará casi un año y, conforme te iba leyendo, asentía con la cabeza -así, así la sentí yo, así tal y como lo cuenta-. Sentí un dolor y una felicidad y una magia que me repercutió en el cuerpo entero y permaneció durante mucho tiempo. Y, al final, sí, también me quedé con un hueco, con esa sensación de abandono de la que hablas, como con nostalgia de todos ellos, porque llegué a creerme, incluso, que yo era uno más, otro personaje, tan dentro como estuve de la historia, de la vida, de la muerte, del amor y del odio, de cada costumbre.

    Un dulce beso.

    ResponderEliminar
  2. Es cierto que la historia te acompaña durante mucho tiempo después, (*, me alegro de que coincidamos... hay libros así, afortunadamente, verdad?

    Besos

    ResponderEliminar

Si hay algún libro que quieres que reseñemos y no está en nuestro archivo, dínoslo. A lo mejor alguna de las colaboradoras se lo ha leído y puede escribir sus impresiones, o, si no, quizá directamente lo añada a su lista de pendientes y lo acabe leyendo. Escríbenos tu propuesta. Y no dejes de decirnos todo lo que se te pase por la cabeza.